Identificar y priorizar claramente tus necesidades
Antes de comenzar a redactar tu RFP, tómate el tiempo de enumerar y priorizar tus necesidades. Distingue entre los elementos esenciales y aquellos que son secundarios u opcionales. Este paso te permitirá estructurar eficazmente tu RFP y asegurar que las propuestas recibidas satisfagan tus principales prioridades.
Involucrar a las partes interesadas relevantes
La redacción de un RFP no debe ser un ejercicio solitario. Identifica e involucra a las distintas partes interesadas relacionadas con el proyecto dentro de tu empresa (marketing, comunicación, TI, compras, dirección general, etc.). Recopila sus necesidades específicas y asegura su adhesión a los objetivos del proyecto. Esta colaboración transversal te permitirá obtener un RFP completo y coherente.
Ser preciso, exhaustivo y estructurado en tu redacción
Redacta tu RFP de manera clara, precisa y detallada. Adopta una estructura lógica, con secciones distintas y títulos explícitos. Utiliza frases cortas, viñetas y tablas para facilitar la lectura y la comprensión. Siéntete libre de dar ejemplos concretos para ilustrar tus puntos y evitar cualquier ambigüedad. Un RFP bien redactado y estructurado generará respuestas de mayor calidad.
Definir criterios de selección relevantes y medibles
Tus criterios de selección deben estar alineados con los objetivos de tu proyecto y las especificidades de tu empresa. Elige criterios relevantes, objetivos y medibles, como la experiencia en tu industria, la calidad y consistencia de la metodología propuesta, la capacidad para cumplir con tus plazos y presupuesto, o la compatibilidad con tus herramientas y procesos internos. Pondera estos criterios según su importancia relativa.
Incluir un cronograma realista para las discusiones y la selección
Establece un cronograma preciso y realista para el proceso de selección, permitiendo suficiente tiempo para las discusiones con los proveedores, la recepción y el análisis de las propuestas, las posibles presentaciones y la toma de decisiones final. Comunica este cronograma en tu RFP y asegúrate de cumplirlo. Un cronograma bien gestionado te permitirá mantener un impulso positivo con los proveedores y comenzar tu proyecto en las mejores condiciones.
Distribuir el RFP
Una vez que tu RFP esté finalizado, es hora de distribuirlo a los proveedores potenciales. Identifica las agencias o empresas que mejor se ajusten a tus expectativas y criterios de selección. Puedes basarte en tu investigación, recomendaciones o plataformas especializadas. Asegúrate de proporcionar la información necesaria para que los proveedores respondan en las mejores condiciones, incluyendo el cronograma de respuesta y las pautas de presentación.